Prepárate para bañar a tu bebé y que se vuelva una experiencia agradable para él y tranquila para ti
Tener un bebé en casa es el comienzo de una nueva etapa para toda la familia, pues aprendes todo sobre el crecimiento y desarrollo del pequeño. Así que no temas si ha llegado el momento de bañarlo, pues aquí te diremos lo que necesitas saber para que todo resulte bien y puedas bañar al bebé con confianza.
Antes del baño
Antes de quitarle la ropita, ten a la mano todo lo que vas a necesitar: jabón, champú, esponja, la tina (previamente lavada), la toalla, la ropa limpia que le pondrás y el agua a una temperatura agradable para él o ella.
Limpia previamente el área del pañal antes de meterlo al agua, de lo contrario podrías causarle infecciones cutáneas. Asegúrate de que el baño o la habitación en donde te encuentres no tenga corrientes de aire ya que los bebés pueden resentirlo.
Si es un recién nacido recuerda verificar el proceso de cicatrización del cordón umbilical y no trates de removerlo, solo caerá.
Durante el baño
Coloca una toalla o frazada en el fondo de la tina: te ayudará a evitar que el bebé resbale. Poco a poco deja caer el agua en su cuerpo, primero en las extremidades y luego ascendentemente. No dejes que los chorros le caigan sobre la cara, ya que se asustará y llorará.
Si es necesario, pide a otra persona que te ayude a sostenerlo mientras enjabonas su cuerpo; hazlo con gentileza y recuerda empezar por las extremidades y al último, los genitales. Enjuaga y cuida que no le entre jabón o agua a los ojos.
Después del baño
Sácalo del agua y cúbrelo inmediatamente con la toalla. Asegúrate de secar todo su cuerpo y pon especial atención a los pliegues. En hora de aplicar crema humectante en todo su cuerpo antes de colocarle el pañal y, si es necesario, unta crema para las rozaduras y un poco de talco. Después de bañarlo, es la oportunidad ideal para cortarle las uñas de manos y pies.
En un recién nacido, asegúrate de secar el cordón umbilical y cubrirlo con una gasa antes de ponerle su ropa.
Como consejos adicionales, asegúrate de que el o la bebé nunca se queden solos mientras están dentro de la tina, usa productos aptos para su higiene, no los dejes demasiado tiempo desnudos ya que pueden enfriarse rápidamente y asegúrate de consultar con su pediatra sobre la periodicidad de los baños.