Te compartimos tips que te ayudarán a superar el reto de comprar y cambiar pañales.

La maternidad es, sin duda, uno de los cambios más significativos en la vida de una mujer, y con ella vienen una serie de retos para los que no hay una preparación como tal, pues el cuidado de un bebé es bastante delicado y obviamente no quieres cometer ningún error. ¡Tranquila! Son estos errores los que te ayudarán a mejorar. Toquemos específicamente el tema de los pañales y cómo cambiarlos, sigue leyendo.

La piel de la zona del pañal es muy sensible, por lo que siempre debe estar limpia y seca. La mejor manera de prevenir rozaduras radica en la cantidad de veces que cambias el pañal de tu bebé. Es un hecho que la frecuencia en la que se necesita cambiar el pañal varía de niño en niño, sin embargo, deben cambiarse alrededor de entre 5 y 7 veces por día, de preferencia después de las comidas o cuando percibas un olor desagradable.

Comencemos por lo básico, es muy importante que los pañales que elijas sean adecuados para tu bebé, por lo que siempre es recomendable que antes de adquirir cualquier marca de pañales consideres los siguientes puntos:

1. Elige pañales de tela o desechables, ambos son de gran ayuda con la única diferencia de que el precio de los elaborados a base de tela suele ser un poco más elevado.
2. Los pañales desechables te ayudarán a mantener a tu bebé seco por más tiempo, si optas por usarlos, procura no comprar gran cantidad para recién nacido, pues tu bebé crecerá muy rápido y te dejarán de ser útiles cuando menos te lo imagines.
3. Por su parte, los pañales de tela tienen mayor capacidad de absorción, si optas por ellos compra al menos tres docenas para que no tengas que estar lavando a cada rato.
4. Asegúrate de que la marca que escojas no le genere ningún tipo de alergia a tu bebé.

¿Cómo sé si el pañal es bueno?

En cuestión de absorción, al comprar pañales para bebé busca uno que cuente con un elástico suave y resistente, pues durante los primeros meses, la popó de tu bebé es más líquida y este pasará mucho tiempo en su cuna, por lo que contar con este aditamento en su pañal evitará cualquier clase de derrame.

La suavidad es otro importante factor, asegúrate el pañal en cuestión no lastime su ombligo, pues es una zona muy delicada y de mucho cuidado los primeros días. Finalmente verifica que el pañal sea flexible, pues debe proporcionarle a tu bebé comodidad e higiene para su piel.

Una vez que cuentas con el pañal adecuado, viene lo bueno: aprender a cambiar a tu bebé:

• Antes de empezar, coloca el pañal limpio debajo del bebé para posteriormente desabrochar el que trae puesto.
• Utiliza una toalla húmeda o un algodón con poca agua y limpia las nalgas y el área genital de adelante hacia atrás.
• Si es niño, te recomendamos cubrir el pene con un paño, ya que el frío puede hacerlo orinar y mojarte sorpresivamente.
• Agarrándolo por los tobillos, levanta sus pompitas del cambiador y asea las zonas que te hayan faltado.
• Quítale el pañal sucio y dóblalo aprovechando las cintas adhesivas para dejarlo bien cerrado. Ponle el limpio que dejaste debajo de él y antes de pegarlo, unta una capa fina de pomada contra rozaduras.
• Si aún no se le ha caído el cordón umbilical, sé cuidadosa. Limpia la zona del ombligo por separado con algún líquido antiséptico, y evita que el pañal tenga contacto con ella, ya que la humedad puede retardar la cicatrización.
• Evita ajustarlo. Haz la prueba, debe haber espacio suficiente para que quepa tu dedo.

Es muy importante que hagas de este un momento divertido para que los dos se sientan cómodos. Puedes darle a tu bebé algún juguete o algo que lo distraiga mientras lo aseas, de esta manera él se sentirá a gusto y tú no estarás presionada.

¡No te sientas abrumada! Durante los primeros meses los cambios de pañales son muy frecuentes. Al pasar el tiempo esa frecuencia disminuye. El propio bebé manifiesta cuándo es hora de cambiarlo. ¿Ya estás lista? Encuentra todo lo que necesitas para el cuidado de tu bebé en nuestra tienda en línea.