Nutritiva y fácil de preparar, ¡disfruta esta leche vegetal!
La leche de almendras se ha vuelto un alimento líquido con gran auge en los últimos años. Al no contener lactosa, es una buena opción para las personas que son intolerantes a ésta o que siguen dietas alimenticias como el vegetarianismo o el veganismo. Su consumo provee de vitaminas como la E y ácidos grasos esenciales.
Leche de almendras
Puedes encontrar versiones comerciales que estén adicionadas con vitaminas A, C y D necesarias para el óptimo funcionamiento del cuerpo. Si optas por una casera, revisa con tu médico o nutriólogo la forma de consumir alimentos que contengan estas vitaminas.
- ¿Sabías que...?
La preparación de la leche de almendras tiene su origen en los platillos creados en Cuaresma durante la Edad Media.
Ingredientes
3 Porciones
- 160 g de almendras
- 2 l de agua
- 1 ramita de canela
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
- En un bowl, coloca las almendras en un recipiente hondo y cúbrelas con agua. Asegúrate que sea suficiente agua pues las almendras aumentarán de tamaño. Y déjalas remojar toda la noche (al menos 10 horas).
- Al día siguiente, enjuaga bien las almendras, escúrrelas y colócalas en la licuadora.
- Añade las tres tazas de agua y licua todo hasta que las almendras se hayan vuelto una pasta homogénea.
- Cuela el líquido para separar la leche de los restos de almendras y consérvala en un frasco de cristal.
- Agregar la varita de canela ayuda a conservarla mejor. De manera opcional, le puedes añadir un poco de vainilla para darle más sabor.
- Tip
Si cuentas con una tela limpia y blanca (como la manta), puedes utilizarla para separar el liquido del resto de las almendras. Con lo sobrante podrás hacer barritas energéticas, brownies e incluso harina.