Es parte de tu estilo todos los días, ¡dales las atención que merecen!
Dentro del amplio abanico de opciones dentro del mundo del maquillaje, la máscara de pestañas (también conocida como rímel) es uno de los incuestionables protagonistas. Aporta definición, volumen e intensidad al rostro, pero mal usada, puede ser incluso contraproducente. Por eso te preguntamos ¿sabes usarla correctamente? Si has notado grumos o que el producto se seca rápidamente, hay errores por corregir. ¡Aquí te contamos cómo aprovecharla al máximo!
Elige bien la máscara de pestañas
Debes saber que hay muchísimas máscaras de pestañas, por lo que debes definir muy claramente cuáles son tus necesidades. Por ejemplo, si buscas pestañas largas y definidas, debes ponderar una fórmula alargadora. Si quieres volumen, elige cepillos gruesos y densos o incluso, si sabes que estarás en contacto con agua para climas húmedos o días muy largos, los productos a prueba de agua deben ser elegidos. Piensa en qué buscas y qué conviene a tu tipo de rostro.
¡Usa correctamente tu máscara!
Hay errores que son más comunes de lo que crees cuando se trata de usar la máscara de pestañas. Uno de ellos es bombear el cepillo repetidamente: esto introduce aire al envase, lo que hace que, contrario a lo que imaginas, seque el producto y facilite la formación de grumos. Para no equivocarte, solo tienes que girar suavemente el aplicador dentro del tubo para recoger la cantidad justa y así, mantener la fórmula en óptimo estado.
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Ahora bien, aplicar demasiadas capas puede hacer que las pestañas se vean pesadas o apelmazadas. Este es otro error común: dos capas suelen ser suficientes para un acabado natural y con volumen. Puedes combinarlas, claro: una alargadora y otra para el volumen. Si quieres un look más glamouroso para salidas nocturnas, espera unos segundos entre capa y capa para que el producto se fije sin pegar las pestañas.
Consejos para usar bien el rímel
Con el paso del tiempo, el cepillo de tu máscara puede acumular exceso de productos y bacterias. Por ello es recomendable limpiarlo una vez por semana con un poco de agua micelar o desmaquillante suave. Así tu rimel se mantiene en mejores condiciones y ayuda a que la aplicación sea más precisa y segura para tus ojos. Además, contempla que el tiempo de vida para tu máscara de pestañas no debe extenderse más allá de tres meses, justo para evitar infecciones o irritaciones.
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Y por si tenías la duda, jamás debes compartirla. Este, como muchos elementos del maquillaje, es de uso exclusivo y personal.
Por último, recuerda siempre desmaquillar correctamente cada noche. De no hacerlo, tus pestañas naturales sufrirán las consecuencias. Para evitar contratiempos, lo mejor es optar por un desmaquillante bifásico o especial para ojos sensibles, ¡recuerda que el cuidado personal es una constante que siempre debes ponderar!


