Vino tinto o blanco, ¡encuentra tu favorito!
Quien sabe y está acostumbrado a disfrutar de la amplia variedad de vinos, entiende perfecto qué significa el color del vino. Sin importar si éste se trata de tinto, blanco o rosado, existen rasgos sutiles en su color que habrán de darnos información valiosa respecto a su naturaleza, por lo que hoy te compartimos algunos puntos que sí o sí debes considerar al momento de empezar tu aventura como catador.
¿Cómo identificar el color del vino?
Los vinos se pueden distinguir de muchas formas y posiblemente creas que entre tintos, blancos y rosados no hay tanto más que analizar: los tres se fabrican con distintos tipos de uvas, ¡pero en realidad hay mucha más complejidad! Fíjate a detalle para encontrar el color del vino real dentro de cada una de las variedades y sigue este sencillo proceso:
- Prepara una superficie blanca (puede ser una hoja o servilleta), una linterna y claro, la copa con vino a catar.
- Con una mano, inclina hacia abajo la copa, apuntándola sobre el fondo blanco. Mientras, con la otra mano, ilumina su interior. El objetivo es que el color se plasme sobre la superficie blanca y así puedas diferenciar mejor los colores justo al centro de la copa.
Tip: Las diferentes tonalidades de cada vino se distinguen en la zona de la punta, los bordes y el centro de la copa, quédate siempre con la del centro. ¡Esa debe ser tu mejor referencia!
Variedad de colores en el vino tinto
Comencemos por el vino tinto, favorito indiscutible como acompañante de los cortes de carne. Su color puede moverse entre todo el abanico violáceo, desde aquellos tonos más brillantes o hasta el casi granate marrón. La diferencia que esto implica es muy sencilla: aquellos violetas brillantes son vinos jóvenes, mientras que los segundos, son de fabricación más antigua.
Color del vino blanco
En una segunda instancia se encuentran los vinos blancos, con los que seguro acompañas tus carnes blancas y vegetales. De entrada, podrías pensar que en este tipo de vino no existe una variación de coloración clara y contundente, pero si prestas atención, verás que hay aquellos amarillos verdosos y otros prácticamente dorados.
Si un vino blanco es joven, tendrá un color precisamente amarillo con tintes verdes. Podría ser de color paja también, que es lo más común, pero si ya notas amarillos dorados, es que estás presenciando vinos dulces o secos. Finalmente, si en tu copa percibes tintes ocres, es que se trata de un vino maderizado.
Tip: Si sabes que compraste un vino joven y este se mira amarronado (en caso de ser vino tinto) u ocre (en caso de ser blanco), quizá es porque se han picado u oxidado. Esto altera considerablemente su sabor. Revisa su caducidad y considera beberlo o no.