¡Consiéntelo y déjalo luciendo hermoso!
Los perros se han convertido en miembros importantes de las familias y también necesitan de todos los cuidados y atenciones. Un perro limpio, es un perro que además de sentirse cómodo y verse muy bonito, obtendrá muchos beneficios; sin embargo, la mayoría de las mascotas preferirían saltarse este paso de su rutina de belleza, pero su higiene es muy importante, pues está directamente relacionada con su salud, ayudándolos a prevenir infecciones y enfermedades.
Para descubrir cómo hacer más agradable la hora del baño de tu mascota, sigue leyendo y también, consulta regularmente al médico veterinario de tu confianza para que pueda ayudarte a descubrir las necesidades específicas de tu perrito.
¿Con qué frecuencia debes bañar a tu perro?
Los perros no requieren duchas diarias como los humanos, pero es importante bañarlos regularmente. La frecuencia dependerá de su tipo de pelo, el ambiente en el que viven y de las actividades que disfrutan en su día a día. Por ejemplo, si a tu perro le encanta nadar y jugar en charcos de lodo, seguramente necesitará más baños que un perro que vive en un departamento en la ciudad.
El médico veterinario podrá darte la respuesta correcta para tu caso en específico, pero estas son algunas de las reglas generales con las que podrás orientarte:
- Un baño una vez al mes funciona para la mayoría de los perros.
- Los perros con pelaje grasoso necesitarán baños más frecuentes, incluso una vez por semana.
- Los perritos de pelo corto y suave durarán más tiempo limpios, por lo que sus baños serán más espaciados.
- Las razas de perros con pelaje repelente al agua deben ser bañados con menor regularidad, para preservar sus aceites naturales.
Dicho esto, tampoco es recomendable bañar a tu perro más veces de lo necesario, ya que esto podría eliminar los aceites naturales del pelaje, teniendo como consecuencia una piel irritada y reseca. El mejor método para saber cuándo tu perro necesita un baño es darle un abrazo cariñoso y olerlo. ¿Huele un poco mal? Probablemente sea un buen momento para preparar su ducha, sólo recuerda que tu mejor amigo también tiene un olor único y no podemos esperar que huela perfumado, así que evalúa la situación y decide si el baño es necesario o puede esperar un poco más.
¿En qué lugar de la casa puedes bañarlo?
En este aspecto, las familias con perros pequeños llevan ventaja, ya que pueden bañarlos en el lavamanos o en una tina de lavado. Si tienes un perro que definitivamente no cabe en este tipo de espacios, entonces una tina de baño o la regadera son buenas opciones. Existen también tiendas en las cuales puedes comprar una tina para perros y usarla exclusivamente para tu mascota.
Otra opción que algunas personas prefieren es usar la manguera en el jardín. Esto es especialmente útil cuando tu perro se divirtió mucho y está muy sucio. Sin embargo, a muchos perros no les gusta ser apuntados con la manguera, por lo que puede que el baño se haga un poco más complicado.
Algunos consejos para hacerlo más sencillo
Una vez que has decidido bañar a tu perro en casa, estas son las recomendaciones que te hacemos:
- Encuentra el momento adecuado. La mayoría de los perros puede que no disfruten el baño, así que te sugerimos hacerlo cuando tu perrito esté cansado y feliz, así no habrá tanta resistencia. Un momento ideal es después de un largo paseo en el que se haya agotado.
- ¡Pide ayuda! Vas a necesitar de todas las manos que puedas conseguir: para detener a tu perro, enjuagarlo, masajearlo y asegurarte que se sienta en un espacio seguro. ¡Puedes convertir este momento en una actividad familiar muy divertida!
- Antes de comenzar, cepilla a tu perro. El pelo enredado puede hacer que la humedad se concentre en el pelaje de tu perro, causando irritación una vez que se seque. Usa un cepillo para eliminar los nudos y, en caso de no poder, una peluquería profesional para mascotas será la opción para que tu perro reciba el mejor cuidado.
- Usa agua tibia. La piel de los perritos es distinta a la nuestra y mucho más frágil, por lo que el agua caliente puede quemarlos con mayor facilidad. Una referencia sencilla para calcular la temperatura del agua es pensar en cómo la usarías para bañar a un bebé. Cuando se trate de un perro de gran tamaño, se recomienda usar agua un poco más fría.
- Ten paciencia. Como puedes imaginarte, al principio los perros pueden no querer ser bañados porque no están acostumbrados, pero con calma, mucho cariño y práctica, lograrán crear juntos una rutina divertida.
- Usa los productos adecuados. El pelaje de los perros tiene requerimientos especiales, por lo que no es conveniente usar productos para humanos. Hay productos especializados para mascotas como champú, acondicionador y loción, estos se encargarán de que su pelaje siempre esté saludable. Cuando tengas los productos indicados, cubre el cuerpo de tu perro con el producto y masajéalo con cuidado de que no entre en sus ojos.
- Asegúrate de enjuagarlo muy bien. Cualquier residuo de champú en el pelo de tu perrito puede irritar su piel, así que enjuágalo todas las veces que sea necesario.
- Deja que se seque al aire libre. El aire caliente de una secadora para personas puede ser demasiado para la piel sensible de los perritos. Es mejor que se sacudan y sequen con aire al natural, o bien, si tu perro es de pelo largo, puedes usar la secadora pero con aire tibio o frío, para evitar la humedad de la piel y por lo tanto, la irritación. Te recomendamos cepillarlo mientras lo secas para que sea más fácil y rápido.
- ¡Prémialo! Una vez que el baño haya terminado, dale un premio a tu perro para que poco a poco asocie la hora del baño con un momento feliz.
Si no logras que la primera vez sea una experiencia divertida, ¡no te desanimes! Bañar a tu perro es una actividad que necesitan practicar una y otra vez, para que tanto tú como tu mejor amigo se acostumbren a esta rutina y comiencen a disfrutarla. ¡Con constancia seguramente lograrán hacer del baño un momento especial!