Ambos contienen alcohol, ¡pero prácticamente es su único parecido!
Una persona que disfruta el mundo de la coctelería y que se dice sommelier, debe entender perfectamente cuáles son las diferencias entre vinos y licores. Para que la duda no te carcoma, te adelantamos que sus procesos de elaboración, contenido alcohólico y forma de consumo son lo que las vuelve tan distintas unas de otras. Si quieres saber más, estás en el lugar correcto. ¡Entérate de todo!
¿Qué es el vino?
Para empezar, definamos al vino como una bebida alcohólica que es producto de la fermentación del jugo de uvas. Dependiendo de la uva, el método de fermentación y tiempo de añejamiento, podrás obtener diferentes tipos de vino: blanco, rosado, tinto y espumoso, por ejemplo.

En cuanto a su graduación alcohólica, debes saber que suele rondar entre el 9 y 15%. Para que te hagas una idea, la cerveza promedio tiene entre 4 y 6%, por lo que al descorchar un vino, debes moderar aún más su consumo.
¿Qué es un licor?
Ahora bien, un licor es una bebida con alcohol que se elabora mediante la destilación de ingredientes fermentados como granos, frutas o caña de azúcar a los que, posteriormente, se les puede añadir sabores, hierbas o hasta frutas. Su graduación alcohólica es superior a la de los vinos, ya que normalmente van del 20 a 50%, pero puede ser incluso más alta.
En cuanto a los ejemplos más comunes de licores, se encuentran el whisky, ron, tequila, vodka, brandy y ginebra. Debido a la destilación, su durabilidad y sabor son mucho más fuertes en comparación con el vino.

¿Es más fuerte un vino o un licor?
Si bien parece que la respuesta es clara a favor del vino, bien podría decirse que depende bastante de cómo se deguste cada uno. Piénsalo, el vino se suele consumir como acompañamiento para menús ligeros con pescado, tablas de quesos o carnes frías, mientras que los licores suelen ser la base de la coctelería a lo largo del mundo, por lo que suelen ser rebajados con jugos, refrescos, etcétera.
Te puede interesar: Los vinos y licores más buscados de la temporada
También considera que en muchos países del mundo se suele acompañar toda comida (desayuno, almuerzo y cena) con vino, puesto que llega a tener beneficios digestivos. Además, lo vuelven una experiencia degustativa y muy mesurada. No es cantidad, es calidad.
Por otra parte, los licores, al ser tan fuertes e intensos, se suelen reservar para ocasiones especiales y en mucha menor cantidad. También tienen rituales de degustación, cabe aclarar, pero su aparición suele ser destinada más para fiestas o bares. Por ello, además del metabolismo individual y con qué se acompañe, puede variar mucho en cada persona los efectos de estas bebidas alcohólicas.

Entonces, ¿cuál prefieres? Recuerda que diferentes botellas, presentaciones y bundles están disponibles en línea, sin mencionar que llegan hasta la comodidad de tu hogar con unos pocos clics. Piensa en tus gustos personales, los de tus amigos y familiares con quienes compartes estos sabores y esencias, haz tu pedido y acrecenta o comienza a formar tu propia cava en casa.