Esta bebida es tan representativa de México ante el mundo, que hasta se celebra el Día del Tequila. Conoce más sobre ella…
México puede presumir de grandes contribuciones culturales y gastronómicas al mundo entero. Una de ellas es, sin duda, el tequila, bebida mestiza que comenzó a elaborarse en el siglo XVI exclusivamente a partir del agave tequilana Weber variedad azul. Hagamos honor a su historia, tradición y aportación económica al país.
Día Nacional del Tequila
Desde el 2018, cada tercer sábado de marzo se celebra el Día Nacional del Tequila, pues si pudiéramos resumir la historia de México en una bebida, esta sería la mejor opción.
El tequila es consecuencia directa del descubrimiento de los mexicas sobre la fermentación de las mieles del agave con el que obtenían el mezcal y el pulque. España llegó a aportar el proceso de destilación, dando origen a este licor en la región de Tequila, Jalisco, de ahí su nombre.
En sus inicios, se limitó o prohibió por completo su producción para favorecer la comercialización de vinos y licores españoles, por lo que su fabricación y venta se realizaba de manera clandestina. Su popularización se dio hasta el siglo XX, quizás bajo la influencia de la Revolución Mexicana y la Época de Oro del cine mexicano.
¿Sabías que…?
En las últimas dos décadas, la producción de tequila en México aumentó en 106%. Tan sólo en 2020 se produjeron cerca de 374 millones de litros de tequila en México, el volumen más alto registrado desde el año 2000, según datos del Consejo Regulador del Tequila.
De México para el mundo
Hoy por hoy, los estados con mayor producción de agave tequilero son: Jalisco, Guanajuato y Nayarit, siendo Jalisco el responsable de 80% de la producción a nivel nacional.
Mientras que los principales países compradores son Estados Unidos, Alemania, España, Francia, Letonia, Canadá, Japón, Reino Unido, Sudáfrica, Francia y Singapur.
¿Cómo beber el tequila?
La materia prima del tequila, el agave, tarda entre 8 y 12 años en estar listo para el proceso de fermentación, destilación y, en ocasiones, añejamiento.
Esto le da un sabor sumamente característico por la fuerza y cuerpo que brinda. Para disfrutar el tequila, es recomendable beberlo en pequeños sorbos y a temperatura ambiente.
Su preparación carente de intervención de químicos permite disfrutar esta bebida sin la temida resaca, claro, siempre que se tome sin exceso.
Tipos de tequila
Según su proceso de maduración, existen diferentes clases de tequila:
- Tequila blanco o plata. Tiene contacto mínimo o nulo con la madera de sus barricas. Después de la destilación, se ajustan sus niveles de alcohol. Es considerado como el más puro.
- Tequila joven u oro. Resultado de la mezcla de tequila blanco con reposado y/o añejo o extra añejo.
- Tequila reposado. Su proceso de maduración (transformación lenta para adquirir características que deleitan los sentidos humanos) es de, al menos, dos meses en recipientes de madera de roble o encino.
- Tequila añejo. Sujeto a maduración de, por lo menos, un año en recipientes de madera de roble o encino, cuya capacidad máxima debe ser de 600 litros.
- Tequila extra añejo. Su maduración debe ser de, por lo menos, tres años en los que debe estar en contacto directo con la madera de barricas de roble o encino con capacidad máxima de 600 litros.
Denominación de origen
Esta clasificación se otorga a los productos que se elaboran en una zona específica, con determinados procesos. El tequila la posee desde 1974.
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