¡Consiéntelo y al mismo tiempo dale todo lo que necesita!
Ser padre es un evento único y maravilloso. Cada bebé es diferente e irrepetible, por lo que no importa cuántos hijos tengas, cuando llega un nuevo integrante a la familia, requerirá atenciones especiales que debes tener en cuenta. Con esta guía con cuidados del recién nacido, esperamos ayudarte a hacer más fácil la misión y que fortalezca su vínculo afectivo.
Te puede interesar: Productos hipoalergénicos para bebés: qué son y por qué utilizarlos
Comienza con una buena alimentación
La alimentación correcta es base para la buena salud de tu bebé. En el caso de los recién nacidos, es importante que se alimenten exclusivamente de leche materna, a discreción de lo que el médico pediatra recomiende. En estos casos, si él lo indica, puedes recurrir al uso de fórmulas lácteas, pero siempre bajo su indicación y recomendaciones de productos.

Protege el cordón umbilical
Por otra parte, mantener una buena higiene en el bebé es necesario pues, aunque no se bañan a diario, sí es importante mantener limpio el abdomen, donde se encuentra el remanente del cordón umbilical, hasta que este caiga solo. No tires de él, sólo asegúrate de mantener esta área limpia y seca, sin aplicar productos, usa únicamente agua y una gasa limpia y estéril. Revisa a diario que no haya enrojecimientos, secreciones o hinchazón. En caso de que exista alguno de estos síntomas, acude con el pediatra de inmediato.

Cuida uñas y piel
Presta especial atención a las uñas de tu bebé, pues estas son tan finas, que podría hacerse daño, como rasguñarse la cara o incluso rasguñar a alguien más. Córtalas con mucho cuidado con ayuda de unas tijeritas o límalas para acortarlas un poco; también es una buena recomendación colocar guantes para que todos se sientan más cómodos, ¡incluso el bebé!
Respecto al cuidado de la piel, evita las rozaduras por el uso de pañal, manteniéndolo siempre limpio y seco. Cámbialo cada dos a tres horas, pero si ya hizo del baño, reemplaza el pañal de inmediato, sobre todo si orinó, pues el tener esta área húmeda y cubierta es lo que propicia la irritación. Ponle pañales adecuados a su edad, que tengan buena capacidad de absorción y que los materiales sean suaves y gentiles con su piel.

Presta atención a su descanso
Aún dormido, el cuidado del recién nacido se hace presente. Al llegar la noche, cambia el pañal por uno limpio para que pueda dormir más cómodo; si haces la rutina de baño antes de dormir, usa productos con aroma lavanda que ayudan a inducir el sueño y descansar mejor. Evita dejar peluches, cojines o ropa en su cuna o colecho, pues pueden representar un peligro en caso de que le caigan encima y le impidan respirar con normalidad.

¡Observa con atención!
Una vez que tengas cubiertos los puntos anteriores, debes seguir muy atento, pues los primeros días y meses en la vida del bebé pueden ser muy caóticos, sobre todo si eres primerizo. Como papás, manténganse tranquilos y transmitan esa misma energía al bebé, solamente estén al pendiente de cambios fuera de lo común, como fiebre, cólicos constantes, cambios de temperatura corporal, si no hace del baño, no quiere comer o si tiene dificultades para respirar. En estos casos acudan de inmediato con su médico pediatra de confianza.

Verás que con estas recomendaciones podrás fortalecer el vínculo afectivo con el bebé, pues él se sabrá amado y cuidado. Además, con el paso del tiempo, si tienes más hijos, podrás usar la experiencia previa en los cuidados del recién nacido.