El cuidado bucal es tan importante que se aprende desde pequeños y dura ¡toda la vida!
Mantener una adecuada higiene bucal desde los primeros días de tu bebé le ayudará a tener dientes y encías sanas para comenzar a masticar la comida y hablar, pero también fomentará un buen hábito que le acompañará siempre.
¿Cuándo debo empezar a limpiar la boca de mi bebé?
Es recomendable comenzar con los cuidados de la boquita de tu bebé desde el primer día de nacido, sin importar si lo alimentas con leche materna o fórmula. El objetivo es eliminar los restos de leche.
Como aún no tiene dientes, no es necesario usar cepillo ni pasta dental. Basta con realizar la limpieza bucal una vez al día con una pequeña gasa o un paño limpio humedecido con agua.
Si tu bebé se acerca a los seis meses de edad, la higiene bucal deberá comenzar con la erupción del primer diente de leche y realizarse dos veces al día: mañana y noche.
¿Sabías que…?
Aún sin tener dientes visibles, los 20 dientes de leche de un bebé ya están presentes en la mandíbula al nacer, lo que ayuda a conservar el espacio para los dientes permanentes. Tan pronto como salga el primero, una adecuada higiene bucodental impedirá la aparición de caries.
Técnica de higiene bucal en bebés
Cuando tu bebé aún no tiene dientes, es suficiente limpiar su cavidad bucal una vez al día, ya sea en el momento del baño, después de alguna toma o por la noche.
- Enrolla una gasa alrededor de tu dedo índice.
- Acuesta a tu bebé en tu regazo y apoya su cabeza en tu antebrazo. Estimúlalo a abrir su boquita.
- Pasa tu dedo cuidadosamente sobre las encías de tu pequeño, tanto en su exterior como su interior, así como sus mejillas. Aprovecha para darle un suave masaje con movimientos lentos y circulares. Esta maniobra de limpieza también le puede ayudar a aliviar molestias con la erupción de los dientes.
- Si lo deseas, puedes emplear dediles de silicona diseñados para ello.
- También limpia la lengua de tu bebé suavemente con la gasa, pero ten cuidado de no meter tu dedo tan profundo, pues podrías lastimar su garganta.
- Desecha la gasa empleada después de cada limpieza.
El cuidado bucal cuando llegan los dientes de leche se modifica, pues ya podrás recurrir a un cepillo dental para bebés (de cerdas suaves y que también cuente con un dedal) para asear los dientes visibles. Para el resto de las encías, mejillas y lengua, continúa empleando una gasa húmeda.
Es recomendable que comiences a llevar a tu pequeño al dentista desde su primer año de vida para que te oriente sobre un óptimo cuidado de los dientes de tu bebé.
Una vez que aprenda a escupir, podrás acompañar la higiene dental del bebé con un cepillo del tamaño de su boca más el equivalente a un grano de arroz de pasta dental fluorada. Más allá de los tres años, la cantidad de pasta aumentará al equivalente a un chícharo.
Tips para evitar la “caries de biberón”
La caries dental de la edad temprana puede aparecer debido a factores como consumo de alimentos azucarados, acostar al bebé con el biberón o el uso de chupetes endulzados. Para que no afecte a tu pequeño:
- Evita llenar sus biberones con líquidos como agua azucarada, jugos y refrescos.
- Procura que se termine el biberón y quitárselo de la boca antes de dormir por la noche o en sus siestas.
- Si tu bebé utiliza chupón, no lo introduzcas en azúcar o miel y siempre debe estar limpio antes de dárselo.
- Enseña a tu hijo a beber de un vasito entrenador cuando haya cumplido un año.
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