Si buscas un juguete lindo, detallado y para cualquier edad, ¡tienes que conocerlos!
Sin importar tu edad, seguro los has visto: unos animalitos de aproximadamente 10 centímetros, con textura aterciopelada y caritas tiernas. Existen desde 1985 y puede que los conozcas con su nombre original, Sylvanian Families de Japón, por Calico Critters en Estados Unidos y Canadá, o por Ternurines, como se les llamó en México.
¿De dónde provienen los Ternurines?
En un inicio, la serie japonesa de Sylvanian Families solo constaba de animales del bosque como ardillas, conejos, ciervos o zorrillos, ya que como su nombre lo indica, estaban inspirados en Silvano que, según la mitología romana, es el dios del bosque y los campos. Posteriormente, se incluyeron animales de la selva y domésticos, pues su introducción al mercado fue un éxito gracias a lo detallada que era su pequeña ropa y sets, que podían ser desde una cocina, un baño, una recámara, una sala de estar y hasta una camper.
Gracias a su popularidad fue que llegaron a otros mercados como Estados Unidos, Inglaterra y España, donde se modificó el nombre y, aunque en nuestro país tienen el nombre más tierno, también aquí los puedes encontrar como Calico Critters.
¡Para niños de todas las edades!
Su derroche de lindura los hacen ideales para personas de todas las edades, pues si te consideras más coleccionista, entonces puedes armar toda una ciudad con tus Calico Critters, juntar a tus familias favoritas y llenarlos de accesorios, tal como si fuera una casa de muñecas.
Pero si quieres obsequiarlos, debes saber que son un excelente regalo para niños, pues fomenta la imaginación al crear historias con todos los animalitos, ya sean completamente inventadas por ellos, o pensadas en el pueblo de Sylvania el cual, según el imaginario de su creador, es un pueblo de Gran Bretaña ambientado en la década de los 50, por eso es que los sets tienen ese toque retro o vintage que a las personas les gusta tanto.
Crea una colección con tus pequeños
Una gran idea es que toda la familia se reúna a jugar con sus Sylvanian y, si es posible, destinen un espacio en casa para que no se vayan a perder. Pueden armar una casita, ir amueblándola y juntos formar una tradición de juego que los hará derretirse de ternura.