Esta será una nueva experiencia tanto para tu pequeño como para ti, ¿qué esperar?, ¿qué hacer para que lo disfrute? ¡Aquí te decimos!
Es tiempo de que tu pequeño comience una nueva etapa en su vida: ¡la escuela! Y aunque este año será distinto para ti, pues el ciclo comenzará con clases en línea, para tu hijo no hay un punto de comparación, ya que nunca ha ido al colegio.
La manera en que manejes tan importante paso marcará el modo en que tu niño vea la escuela, así que aprovecha sus ventajas y ayúdale a que su primer día de clases en línea sea increíble.
Para tu pequeño ¡todo es nuevo!
Aunque acudir el primer día de clases a una escuela física es un cúmulo de emociones tan especiales que suele quedarse grabado en la memoria, hoy tu hijo no tendrá esa opción. Pero eso no quiere decir que este nuevo ciclo escolar virtual no estará lleno de sorpresas que le encantarán.
Recuerda: tu bebé (porque seguro siempre le verás así) no puede comparar si las clases en línea son mejores que las clases presenciales, aun cuando tenga hermanos mayores que ya hayan tenido la experencia, así que punto a favor.
Seguramente, como todo lo nuevo, tu pequeño tendrá miedo, pues será la primera vez que pasará tiempo con personas que no son de su familia, pero estará en casa y eso le hará sentir más seguro incluso para participar en clase y comenzar a hacer amigos fuera del entorno familiar.
¿Primeros acercamientos con la tecnología?
Si ha tenido experiencia con tablets y celulares, verá las clases con más normalidad y lo más probable es que ni siquiera necesite tanto de ti para manipular estos equipos.
Si todavía no ha tenido acercamiento con estos equipos, es momento de familiarizarle con ellos. No requerirá un equipo con demasiadas funcionalidades. Para los más pequeños es más fácil manejar una tablet por sí solos porque son menos pesadas y porque la controlan con el simple movimiento de sus manos. Si te es posible, adquiere esta opción para las clases en línea de preescolar.
En estos días previos al regreso a clases, vean videos, jueguen y enséñale el uso básico del aparato.
Si tu pequeño regresará a clases de primaria y ya tiene nociones de cómo usar un teclado, una laptop será la mejor opción. Si requiere usar audífonos, procura que no sean demasiado pesados o apretados para su cabeza y enséñale a usarlos a un volumen adecuado. Deja que sea él quien tenga el control del equipo, tú sólo guíale, pero mantente siempre pendiente a cómo lo usa.
No sufrirá la ansiedad por separación (¡ni tú tampoco!)
Uno de los miedos que más sufren los niños en sus primeros días de clases es la ansiedad por separación, es decir, el temor a que su familia ya no regrese por ellos, o a no saber dónde están mamá y papá mientras ellos están en el colegio.
Lo curioso es que ¡son los padres los que la sufren más! Es natural: es la primera vez que su retoño se aleja de sus brazos y no saben a ciencia cierta quién y cómo los cuidarán durante ese tiempo. Pero con las clases en línea, ¡esto no pasará! De hecho, tendrás la ventaja de conocer cómo son sus maestros antes del regreso a clases presencial.
De cualquier forma, también es importante platicar con los niños -de acuerdo a su nivel de comprensión- que esta situación tarde o temprano pasará y que en algún momento tendrán que ir a una escuela fuera de casa donde conocerán, ahora sí, a todos sus compañeros y maestros ¡en persona!
¡Ya es un niño grande!
Llega una etapa en la que tu bebé ya quiere hacer las cosas por sí solo: comer, vestirse y hasta jugar. De hecho, es una de las señales de que está listo para ir a la escuela y comenzar a adquirir sus primeras responsabilidades.
Mantente a su lado las primeras clases en línea, identifica cómo es la dinámica y seguramente entre maestros y padres acordarán las tareas que serán total responsabilidad de los pequeños. Tu trabajo será acostumbrarlos a que las cumplan.
Considera que, si mantener su atención cuando están viendo una película o haciendo una actividad por más de una hora es complicado, su capacidad de concentración en clases puede ser menor. Esto será todo un reto para ti, así que respira profundamente y ármate de paciencia.
Eso sí, ¡celebra sus logros por mínimos que sean! Y no se trata de premiarlos con golosinas o juguetes; una sonrisa, un ¡qué bien lo hiciste, qué bonito te quedó, mi amor! y un beso serán mucho más alentadores para ellos, ¡ya lo verás!
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