Viví en la calle toda mi vida, ya que las personas que me habían “adoptado” no se hacían cargo de mí. Entré con el veterinario de la Asociación Pocas Pulgas por heridas profundas, me cuidaron y alimentaron para despues buscarme un nuevo comienzo.
Busco un hogar cariñoso donde pueda jugar y ser muy feliz.
Soy muy activo, cariñoso, territorial, inteligente y juguetón