¡Dile adiós a los olores y aprende a limpiar tu freidora de aire!
La freidora de aire se ha vuelto indispensable al momento de sacar el chef que llevas dentro, más si uno de tus propósitos es mejorar tu alimentación y reducir el consumo de grasas, pero algo que no muchos saben es cómo se debe limpiar para evitar que guarde olores. ¡Aquí te dejamos unos tips!
¡Evita utilizar agua en las partes eléctricas!
Sin duda, hoy en día uno de los electrodomésticos favoritos de muchos es la freidora de aire, ya que llegó para revolucionar la manera de cocinar, pues gracias a su tecnología puedes preparar diferentes platillos en menor tiempo y sin la necesidad de utilizar grasa como aceite o mantequilla.
Aunque esto lo hace increíble, debes conocer a la perfección tu air fryer, pues existen ciertas partes que no se pueden mojar (la parte del panel digital y donde está el cable para conectar a la luz), ya que podrían mermar el funcionamiento de la misma e incluso llegar a ocasionar un accidente.
Tip: para limpiar estas partes puedes hacerlo con un paño húmedo e incluso puedes utilizar limpiadores aptos para electrodomésticos.
¡Retira los restos de comida!
Al terminar de cocinar, desconecta la freidora y espera pacientemente a que esta se enfríe para evitar quemaduras. Después, con ayuda de papel de cocina o un trapo húmedo (debe ser uno especialmente para la freidora, no mezcles con los de otros artículos de tu hogar) empieza por retirar el exceso de alimentos de la canastilla, así evitarás que los olores queden rezagados por más tiempo.
¡Aprende a limpiar la canastilla!
Ahora sí, es momento de poner manos a la obra y sacar tus productos favoritos para la limpieza del hogar, ojo, estos deben ser exclusivos para el área de la cocina, sin abrasivos, así evitarás que estropeen la antiadherencia de su material.
Saca la canastilla y sumerge en agua caliente, después agrega un chorrito de vinagre blanco, deja reposar unos 10 minutos y tira esa agua, esto ayudará a eliminar los olores. Después, con una esponja y un poco de lavatrastes haz espuma para retirar el exceso de grasas y suciedad. Por último enjuaga con suficiente agua y seca con un paño de microfibra.
