A partir de este momento, ¡querrás pasar horas en este lugar de tu casa!
El hogar es, además de refugio, motivo de orgullo y celebración. Nada habla más de nosotros como nuestro espacio y, en este sentido, el jardín es pieza clave de nuestro entorno y conexión con la naturaleza. ¡Conviértelo en un jardín zen con estos consejos! Verás que disfrutarás cada paso del proceso y además, gozarás como recompensa una tranquilidad que te permitirá plenitud en cada momento.
¿Qué es un jardín zen y para qué sirve?
Si te gustan las tradiciones japonesas, ya tendrás un poco de conocimiento acerca del Karesansui, o también llamado jardín zen. Si jamás habías escuchado de estos términos, debes saber que se trata de un tipo de jardín en seco cuya composición básica está compuesta por sólo dos elementos: arena y piedras. Así es, un concepto minimalista cuya belleza reside en la elegancia.

El propósito de tener un jardín zen en casa es aumentar y favorecer la sensación de serenidad espiritual. Muchas personas encuentran en este espacio el lugar perfecto para realizar trabajos de respiración y meditación que favorezcan a la liberación del estrés, mientras se favorece a la creatividad, concentración y relajación. ¡Por eso es que vale la pena tener uno en casa!
¿Cómo hacer un jardín zen?
Primero debes saber que el jardín zen puede ser fácilmente creado en lugares pequeños, todo se puede adaptar según tus condiciones. Lo que sí es importante es tener en cuenta las cantidades de material que requieras según tu espacio. Consciente de eso, estos son los insumos que necesitas:
- Arena seca y libre de impurezas
- Grava o piedras
- Musgo opcional
- Plantas de tu preferencia, pero nosotros recomendamos helechos o bambús
- Rastrillo de jardinería

La intención de este tipo de espacios es recrear la naturaleza, por lo que se sugiere simular montañas naturales y claro, tú trabajarás en arar la arena con el rastrillo para darle tu toque personal basado en tu estado de ánimo. Ahí está la parte de conexión con la naturaleza.
Tómate el tiempo que necesites para sentir y plasmar en la arena. Recuerda además que si bien el jardín zen parte de elementos clave, puede ser flexible a todo lo que más te guste y haga sentir la comodidad y tranquilidad del espacio. Puedes fusionar tendencias y si gustas, también incluir flores, macetas, fuentes o estatuillas alrededor de éste.