Conoce las ventajas de usar alimentos congelados para completar tus comidas y aprende a elegirlos
Diversas razones, como la falta de tiempo, generan que en ocasiones se busquen alternativas rápidas y cómodas para la hora de comer. Sin embargo, no siempre estas opciones se adaptan a un estilo saludable. Por ello, incluir alimentos congelados puede ser de gran ayuda para complementar las comidas diarias. ¡Descubre las razones!
Una de las principales ventajas de consumir alimentos congelados es que siempre tendrás comida fresca, ya que tan sólo debes esperar a que se descongelen y cocinarlos.
Es importante que sepas que, gracias al proceso de congelación, tus alimentos conservan más sus propiedades nutritivas, que lo que se conservarían si los dejas a temperatura ambiente. Además, detiene el proceso natural de degradación y evita el crecimiento de bacterias.
A partir de una cierta temperatura, como puede ser -18ºC, resulta complicado que se desarrollen los microorganismos y bacterias. Con este sistema no será preciso añadirle conservantes o algún tipo de sustancia química para que aguante más tiempo en buen estado.
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¿Sabías que…?
La congelación de alimentos se ha convertido en la técnica de conservación más usada y efectiva.
Gracias a que tienen un tiempo de vida mayor, los alimentos congelados pueden significar un ahorro considerable a la hora de surtir tu despensa, ya que se conservan por varias semanas, incluso meses.
Con alimentos congelados se puede conseguir una dieta variada sin la necesidad de cocinar mucho ni ir al supermercado a diario.
En muchos casos no será preciso esperar a que descongeles el alimento, algunos platos precocinados o preparados te permiten sacarlos del congelador y meterlos directamente en el horno o en la olla.
Cómo elegir los alimentos congelados
Para comprar alimentos congelados es importante que consideres algunas recomendaciones, tales como que los empaques no estén rotos o sucios.
Revisa que los paquetes no tengan demasiada escarcha, pues los que se muestren blandos al presionarlos con los dedos o aquellos en los que el producto se encuentre apelmazado, indican que, en algún momento del almacenamiento, transporte, etc., se ha roto la cadena de frío.
El etiquetado también es un elemento importante, verifica que el producto está bien etiquetado y que indica peso, fecha de congelación y de caducidad o consumo preferente, así como normas de almacenamiento y preparación.
Y si lo deseas, también revisa los aportes nutricionales de cada alimento.
Como ves, los alimentos congelados son fáciles de almacenar y vienen preparados para ser cocinados o calentados directamente sin que se tengan que lavar o limpiar. Además, si los productos se conservan perfectamente en el congelador, es posible disponer de ellos en cualquier momento, aunque no sean de temporada. Inclúyelos en tu lista del súper para complementar tus comidas.