¿Te pasaste de sol? Descubre cómo aliviar el ardor y recuperar tu piel
El verano es la temporada ideal para disfrutar del aire libre, la playa o la alberca, pero también es cuando más debemos cuidar nuestra piel. A veces, por olvido o exceso de confianza, terminamos con una quemadura solar. ¿Y ahora qué? Tranquilo, no todo está perdido. Aquí te diremos los cuidados post-solares y tips que necesitas para aliviar el ardor, hidratar profundamente y proteger tu piel mientras se recupera.
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Lo que debes saber antes de asolearte
Tomar el sol puede ser una experiencia relajante y hasta benéfica para nuestro cuerpo, ya que estimula la producción de vitamina D y mejora el estado de ánimo. Sin embargo, una exposición prolongada o sin la protección adecuada puede terminar en ardor, enrojecimiento o quemaduras.
Para disfrutarlo de forma segura, se recomienda evitar las horas de mayor intensidad (entre las 11:00 a.m. y las 4:00 p.m.), usar protector solar con FPS 50 o más, aplicarlo al menos 20 minutos antes de exponerte y reaplicarlo cada 2 horas. También es clave mantenerse bien hidratado, usar sombrero, lentes de sol y ropa ligera que cubra la piel. Así, podrás aprovechar los beneficios del sol sin poner en riesgo tu piel.

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¿Cómo identificar una quemadura solar?
Las quemaduras solares no siempre se notan de inmediato; pueden comenzar con una ligera sensación de calor en la piel, que evoluciona a enrojecimiento, ardor e incluso descamación después de unas horas. En casos más intensos, puede presentarse inflamación, ampollas o fiebre.
Si notas alguno de estos signos, tu piel necesita cuidados específicos. Productos con ingredientes como aloe vera, avena coloidal, agua termal o cremas calmantes sin fragancia son excelentes aliados para aliviar el malestar. Recuerda que, si hay ampollas o síntomas severos, lo mejor es consultar con un profesional de la salud.

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¿Cómo cuidar mi piel de una quemadura solar?
Si pasaste mucho tiempo bajo el sol y tu piel terminó enrojecida o con ardor, es importante actuar rápido para evitar molestias mayores. Comienza por alejarte del sol de inmediato y refrescar la piel con compresas frías o un baño con agua templada (nunca helada). Aplica productos con aloe vera, caléndula o pantenol para hidratar y calmar la zona afectada. También puedes optar por sprays o geles after sun que ayudan a regenerar la piel. Evita tallarte, aplicar cremas con alcohol o perfumes, y mantente bien hidratado desde adentro bebiendo suficiente agua. Con los cuidados correctos, tu piel podrá recuperarse más rápido y sin complicaciones.
