Conoce detalles de uno de los tragos digestivos más populares
Expuesto por árabes y otomanos que llegaron a tierras europeas, el licor de anís se obtiene al refinar las semillas de anís con ciertas hierbas. De hecho, está legislativamente limitado y certificado en la Unión Europea, donde la mayoría de las bebidas de este tipo no son vistas como un coñac.
Licor de anís como digestivo
¿Sabías que las bebidas alcohólicas de mediana graduación poseen diferentes propiedades que, en pequeñas dosis, incrementan la secreción del jugo gástrico? De esta forma evitan la sensación de pesadez después haber comido.
¿Sabías que?
Los llamados licores digestivos suelen contener más de 25 grados de alcohol, incluso en ocasiones llegan a los 60 grados, frente a los 13-14 del vino y los 5 de la cerveza.
El licor de anís está elaborado a través de la destilación de varias hierbas y semillas de la zona mediterránea (anís, badián e hinojo), alcanzando los 45% de graduación alcohólica, lo que le proporciona un sabor ardiente y fuerte en la garganta.
Además, el anetol, componente más importante del aceite propio del anís, posee propiedades carminativas que favorecen el tránsito intestinal y evitan los fuertes cólicos e inflamación del estómago.
¿Tragos digestivos?
Si bien no hay un respaldo científico que avale esta información, consumir este tipo de bebidas después de comer modifica el vaciamiento gástrico debido a su efecto directo sobre la musculatura del estómago. Esto es lo que, según coinciden algunos expertos, ayuda a la digestión de los alimentos en el intestino delgado.
Aunque este tipo de opciones para contribuir a la digestión es muy común, existen otras alternativas a elegir, por ejemplo, puedes conseguir el mismo efecto a través de caldos o consomés, que contienen péptidos como carnosina, anserina o balerina, por lo que también estimulan la secreción gástrica sin contener alcohol.
¿Tú que opinas? ¿Será que un trago de anís es la solución a tus problemas digestivos?