Ponemos a una de las bebidas más populares del mundo bajo la lupa
La cerveza es una de las bebidas favoritas en todo el mundo. En cada país se disfruta de una manera particular, con preparaciones, fermentaciones y temperaturas diferentes. Por ello es que se han edificado mitos de la cerveza que aquí te desenmascaramos.
Mitos
- Su ingesta provoca la temida “barriga cervecera”: sentimos decirte que ese abultado vientre no es culpa de la cerveza. En realidad, como cualquier otro alimento o bebida alcohólica, la cerveza no provoca barriga, excepto que se consuma en exceso y con mucha frecuencia.
- Se debe tomar helada: aunque en México la hemos vuelto LA bebida contra el calor, tomándola lo más fría posible, es posible que al hacerlo nos perdamos de los matices de sabor, que se disimulan hasta casi perderse. Si vas a tomar una buena cerveza, lo mejor es tomarla fría o fresca, pero no helada, así percibirás nuevos aromas y sabores.
- Es menos dañina que otras bebidas alcohólicas: esta creencia se fundamenta en los nutrientes y beneficios de los diferentes tipos de cerveza, pero como toda bebida alcohólica, debe ser ingerida con moderación y su ración recomendada es de 14 unidades semanales, es decir, no más de dos vasos de cerveza al día.
Realidades
- Es una de las bebidas alcohólicas con menos calorías: en promedio, las cervezas poseen sólo 43 kcal. por cada 100 ml. y aporta minerales como el potasio o magnesio, además de vitaminas del complejo B y una mínima proporción de carbohidratos.
- Es buena fuente de antioxidantes: además de contener selenio, esta bebida posee variedad de compuestos que pueden neutralizar radicales libres del oxígeno en nuestro cuerpo.
- Reduce el riesgo cálculos renales: en 2016, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública de Helsinki (Finlandia) hicieron un detallado estudio sobre la cerveza para concluir que cada botella de cerveza consumida por día reduce 40% el riesgo de desarrollar cálculos renales, pues tanto el agua como el alcohol encontrados en la cerveza aumentan el flujo de orina y la diluyen, lo que reduce el riesgo de formación de cálculos.
Si se te antoja una cerveza, ahora conoces mejor las propiedades de lo que estás consumiendo. Sólo recuerda que, como todo alimento o bebida, es mejor que la disfrutes con moderación, la clave del bienestar.