Este queso de origen francés tiene interesantes beneficios para tu salud, ¡sorpréndete e inclúyelo en tu alimentación!
El queso Roquefort es el más antiguo de los quesos franceses y uno de los más cotizados alrededor del mundo. Está hecho con leche de oveja coagulada, elaborada en los alrededores de la pequeña localidad de Roquefort-sur-Soulzon, en la región de Aveyron. Este queso azul se caracteriza por su fuerte sabor e intenso aroma, carece de corteza y tiene en su exterior una textura natural húmeda y grasa.
Además de un aditamento gourmet para tus platillos, el queso Roquefort posee atributos que son benéficos para tu salud, a continuación te damos más detalle.
¿Un queso azul?
Cuando decimos que se trata de un queso azul, nos referimos a la clasificación de los quesos a la que pertenece, en este caso, los quesos azules son aquellos elaborados con leche de vaca, oveja o cabra. Este queso obtiene su color derivado del moho que se le añade (mediante la bacteria Penicillium roqueforti).
Beneficios del queso Roquefort
Es rico en vitaminas B2 y B5, la primera permite el buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudando a la creación de enzimas, indispensables para la liberación de energía producida por carbohidratos, grasas y proteínas; mientras que la segunda disminuye el colesterol y triglicéridos, mejorando la circulación sanguínea.
El queso Roquefort también es rico en calcio, mineral de vital importancia para evitar problemas dentales y óseos, sobre todo en el caso de las mujeres que atraviesen por etapas como embarazo o menopausia.
Esto no es todo, el Roquefort es rico en sodio, que favorece a quienes realizan actividad física recurrente, pues ayuda a recuperar los minerales perdidos con el sudor.
¡Prepara deliciosas espinacas al Roquefort!
Ingredientes:
- 200 g de espinacas cortadas y limpias
- 50 g de queso Roquefort
- 75 ml de crema
- 10 g de queso rallado para gratinar
- Sal al gusto
Preparación:
- Pon a cocer las espinacas en una cazuela con agua durante 7 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, escúrrelas perfectamente hasta que no quede nada de agua en ellas. Reserva.
- Mezcla la crema y el queso Roquefort en un sartén a fuego lento hasta lograr una consistencia cremosa.
- Añade las espinacas y mezcla hasta que se integren todos los ingredientes.
- Dale un toque especial con un poco de queso gratinado encima, mételo al horno por unos 5 minutos o hasta que el queso quede doradito ¡y listo! Disfruta esta deliciosa receta.