El 14 de febrero es una fecha especial en la que demostramos nuestro amor con estos detalles, pero ¿sabes la razón por la que los obsequiamos?
El Día del Amor y la Amistad es un buen motivo para obsequiar a nuestros seres queridos (llámense pareja, amigos o familia) algo especial que les recuerde lo importantes que son en nuestra vida. Generalmente, lo hacemos con golosinas y, si alguna vez te has preguntado por qué regalamos dulces y chocolates en San Valentín, aquí te contamos las razones.
Origen del Día de San Valentín
Los regalos que ofrecemos en esta fecha están directamente relacionados con su historia.
En el siglo III, el emperador romano Claudio II prohibió el matrimonio a sus jóvenes soldados para impedir que no quisieran ir al campo de batalla por no dejar a sus mujeres. Un sacerdote de nombre Valentín desafió esta orden y casaba en secreto a las parejas, hasta que fue descubierto y condenado a muerte el 14 de febrero del año 270.
Eso no es todo, antes de morir, Valentín mandó varias cartas de amor para estas parejas. Así dio inicio la tradición de enviar cartas románticas.
Con el paso del tiempo, las cartas comenzaron a acompañarse de otros detalles para recordar la hazaña de San Valentín. Durante la época victoriana del Reino Unido, regalar chocolates a una mujer se convirtió en una demostración de amor. Costumbre que llegó a Estados Unidos y, de ahí, al resto del mundo.
Significado de los chocolates en el amor
Bombones, dulces y especialmente los chocolates se regalan en esta fecha porque casi a todos nos gustan. También por los efectos que causan en nuestro estado de ánimo, pues poseen sustancias que estimulan al cerebro generando endorfinas, neurotransmisores encargados de hacernos sentir bienestar y felicidad: sensaciones que se acercan al enamoramiento.
Así que si aún no sabes qué regalar en San Valentín, un buen chocolate o unas deliciosas gomitas pueden ser la opción para lucirte con quienes más amas. Acompáñalos con un toque romántico personalizado para ese alguien especial, ¡y seguro le encantará!
