Que tu bebé duerma muy cerca de ti les aporta ventajas a ambos, conócelas
Sentir la cercanía, el calor y la seguridad de que quienes más te quieren te están cuidando es uno de los beneficios del colecho de los que disfrutan los pequeños que duermen cerca de sus padres. Si pronto llegará la cigüeña a casa, conocer si debes compartir la cama con tu bebé y cómo hacerlo te será de gran utilidad.
¿Qué es el colecho?
Es la práctica de compartir la cama de los padres con los hijos pequeños durante el periodo de sueño; puede ser habitual o esporádica.
Al nacer, el ser humano es incapaz de satisfacer por sí mismo sus necesidades de alimentación y físicas, incluso las afectivas, por lo que depende de sus padres. El contacto cercano y prolongado con ellos les proporciona menor gasto energético, mejor regulación de su temperatura, mayor estabilidad cardiorrespiratoria y oxigenación.
El colecho en bebés reduce sus episodios de llanto y eso es un beneficio tanto para ellos como para los padres, pues podrán descansar más durante esos lapsos de tranquilidad.
Los beneficios del colecho también se reflejan en la madre, quien tendrá más producción de leche y, por tanto, el periodo de lactancia será mayor y óptimo. Pero, sobre todo, el colecho proporciona una oportunidad de acercamiento entre padres e hijo.
Al dormir con su bebé, papá también le da seguridad y acompañamiento. El pequeño utilizará su sentido del olfato para identificar quiénes son sus padres y dormirá más profundamente sabiendo que están a su lado.
Edades para practicar el colecho
Desde recién nacido, el bebé puede dormir en la misma habitación que sus padres para que mamá pueda amamantarle a libre demanda. Pero preferentemente tener su propia cuna colecho pegada a la cama de mamá y papá, sin compartir la misma.
La decisión sobre esta práctica debe ser de ambos padres. No hay una fecha límite para finalizarla, pero verás que poco a poco tu hijo comenzará a buscar más libertad de movimiento e independencia.
Lo más adecuado para practicar colecho
La forma más segura de dormir para los menores de seis meses es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres.
Coloca la cuna de tu bebé cercana a tu cama u opta por una cuna colecho tipo sidecar en la que uno de sus lados es abatible para permitir pegarla a un extremo y ser una extensión del lecho paterno. Esto permitirá a tu bebé dormir sobre su propio colchón, sin que barandilla alguna los separe.
Si por algún motivo requieres compartir la cama con tu bebé, ten en cuenta lo siguiente:
- Las cobijas no deben ser pesadas.
- El pequeño deberá dormir del lado de la madre, nunca en medio de ambos padres.
- Deja fuera de la cama todo tipo de almohadas, cojines o muñecos de peluche que puedan caer encima de tu bebé.
¿Cuándo NO se recomienda el colecho?
Para evitar riesgos de asfixia, el colecho no se recomienda en casos o situaciones de:
- Lactantes menores de tres meses de edad.
- Bebés prematuros o de bajo peso al nacer.
- Si los padres consumen tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
- Cansancio extremo por uno o ambos padres, como el postparto inmediato.
- No se debe realizar sobre superficies muy blandas, colchones de agua o sillones.
- El bebé no debe compartir la cama con otros familiares ni con otros niños.
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Consulta con el pediatra todo lo referente a la salud y bienestar de tu pequeño.
