Ya sea durante el embarazo o en el posparto, una faja podría brindarte soporte y seguridad.
¡Qué emoción! Pronto tendrás a tu bebé en brazos, pero mientras tanto, tu barriguita sigue creciendo y esto es, literalmente, muy pesado para ti. O tal vez tu recién nacido ya está contigo, pero aún no te sientes segura de lucir o moverte como antes lo hacías. Si te sientes identificada, una faja para el embarazo o el posparto podrían servirte de apoyo, sólo es cuestión de saber cómo y cuándo usarlas.
Fajas para embarazo
Las fajas para embarazadas están elaboradas para ofrecer soporte y estabilidad al cuerpo mientras el vientre aumenta en volumen y peso. Además, corrigen la postura contribuyendo a evitar lesiones lumbares o pélvicas al distribuir el peso en toda la espalda, así mejora la circulación de las piernas ¡y podrías reducir su hinchazón!, muy común durante esta etapa.
Fajas posparto
Ejercen presión adecuada para que la zona abdominal regrese a su forma previa al embarazo, ayudando a la recuperación física. En caso de cesárea, cubren la herida para evitar roces externos. Asimismo, dan estabilidad a la espalda y reducen la sensación de vacío en el abdomen. Las nuevas mamás pueden tener mayor seguridad para moverse los primeros días tras esta cirugía. Estéticamente permiten disimular la figura bajo la ropa con mayor facilidad.
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¿Cuándo usarlas… y cuándo no?
Ante cualquier situación o elemento que tenga que ver con tu embarazo o la etapa posparto (40 días a partir del nacimiento de tu hijo, aproximadamente), debes consultar a tu médico, incluyendo si puedes recurrir a cualquier faja.
Si no hay inconvenientes, las fajas para embarazo suelen emplearse durante el último trimestre de la gestación. Es en esta etapa cuando aumenta la cantidad de líquido amniótico en el útero, lo que, aunado al peso del bebé, hace que movimientos tan sencillos como caminar produzcan un efecto rebote. La faja suaviza esos movimientos, previniendo que los músculos se desgarren.
Por su parte, las fajas posparto en caso de parto vaginal pueden usarse desde unos días antes de cumplir la cuarentena. En cambio, si tuviste una cesárea, usar fajas para después del embarazo después de uno o dos días de la cirugía puede resguardar tu herida y permitir una adecuada cicatrización, siempre que tu médico las recomiende.
¿Cómo usar las fajas de maternidad?
Las fajas de embarazo deben ser lo suficientemente elásticas para adaptarse al crecimiento de tu pancita, sin comprimirla en exceso. Además, deben ser acordes a tu peso y estatura.
Una faja de soporte o banda es la que más se suele usar al final del embarazo, pues ayuda a cargar el peso del vientre.
Para el caso de las fajas posparto por cesárea, puedes utilizar una de tipo vendaje que, como su nombre lo indica, imita al vendaje que suelen colocar en el hospital tras la cirugía para dar soporte y proteger la herida. Otras de tipo playera (hechas de una sola pieza y sin costuras) comienzan a moldear la figura desde los hombros hasta la cadera y permiten ponerse debajo de la ropa sin que se noten.
Si el parto ha sido vaginal, puedes optar por una faja tubular (desde el abdomen hasta los muslos) que no oprima tus entrepiernas y no incremente la sudoración de la zona.
Es recomendable no colocarte fajas posparto por más de tres meses, pues su uso prolongado puede impedir el fortalecimiento de los músculos abdominales.
En cualquier etapa en que te encuentres, Walmart está contigo. Encuentra tu faja ideal, pídela en línea o a través de la app y recíbela en casa, ¡así de sencillo!
