¡Finalmente podrás darle un hogar digno a tu mascota!
Los terrarios en casa están de moda, puesto que representan una manera muy fácil de llevar vida a tu hogar y ver ante tus ojos el milagro de la vida. Si tienes reptiles como salamandras, tortugas, iguanas o hasta serpientes, entonces un buen terrario se convertirá en su hogar perfecto. Aprende cómo hacer uno en casa y dales el espacio que en verdad necesitan.
Cómo hacer un terrario en casa
Lo primero que debes considerar es el tipo y tamaño de mascota que tienes. No es lo mismo tener una tortuga terrestre en sus primeros meses de vida que una iguana adulta, por ejemplo. Debes tomar en cuenta que, desde sus primeros años, estas mascotas necesitan un buen tamaño para poder crecer y desarrollarse sanamente, puesto que los espacios estrechos suelen entorpecer sus procesos de crecimiento.
Para fines prácticos y antes de comenzar, también debes pensar que, idealmente, no deberías mover de un lado a otro el nuevo hábitat. Piensa en el espacio que tienes en tu casa y elige sabiamente dónde habrás de colocarlo, puesto que, también dependiendo de tu reptil, podrán variar o no sus necesidades. Las tortugas requieren luz solar directa e indirecta, por ejemplo.
Conoce bien a tu mascota
Siempre piensa en que los terrarios deben responder a las necesidades específicas de tu mascota, así que conocer cómo son sus entornos en la naturaleza y todo lo relacionado con su dieta, así como requerimientos óptimos de su limpieza y debido mantenimiento, habrá de facilitarte las elecciones de qué sí y qué no debe llevar tu terrario.
Partiendo de este punto, ya podrás elegir si te conviene comprar una pecera (nosotros te sugerimos que priorices materiales de calidad y con grosores anchos en los cristales para garantizar tu inversión), jaulas (normalmente usadas para iguanas) o incluso estructuras de madera (en cuyo caso deberás contemplar la humedad como posible problema).
Lo primero es la estructura, así que decide su ubicación, diseño y fabricación a consciencia.
Elementos de un terrario indispensables
Los terrarios para reptiles necesitan un sustrato en el fondo de sus hábitats, puesto que en la naturaleza es como normalmente se encuentran. Hay muchas opciones de entre las cuales puedes elegir: arena, grava y musgos, por mencionar algunos. Una buena cantidad de estos materiales será perfecta para que tu mascota se sienta más cómoda, pero tú también debes elegir tomando en cuenta lo difícil o fácil que pueda resultar limpiar estos materiales. Consulta con un veterinario en caso de dudas.
Añade a la ecuación unas cuantas ramas o troncos que simulen los árboles y manglares. También las piedras grandes y huecas, en caso de que a tu mascota le guste esconderse de vez en cuando. Claro, ¡no te olvides del agua! Es totalmente vital también para los reptiles: a algunos les bastará con un poco en alguna cuenca o bebedero, otros necesitarán un gotero.
¡Los reptiles necesitan calor!
Ya mencionamos el agua, pero tanto la ventilación y el calor, son otros dos factores decisivos en la salud de tus queridas mascotas. Toma en cuenta que los reptiles, dada su naturaleza, no pueden generar calor, así que necesitarán constantemente de ayuda externa para regular su temperatura y, así, mantenerse activos, con un metabolismo adecuado y con correcta absorción de nutrientes.
En esta tarea, los focos UV y UVB serán tus mejores aliados. Cuando adoptas un reptil, estos accesorios son primordiales en su cuidado y deberás preguntar por las distancias, potencias y tiempos de exposición según tu espécimen.
