¡Duerme con toda la frescura y comodidad que tus blancos te pueden dar!
La higiene es fundamental en todos los aspectos de la vida, desde el aseo personal, hasta el de la ropa que usas diariamente, y claro, el de tus blancos para prevenir la aparición de ácaros, chinches y otras infestaciones que no se pueden observar a simple vista, pero que no por eso quiere decir que no existan. ¡Presta atención y descubre cuándo renovar tus blancos!
¡Empecemos por el colchón!
Aunque los colchones tienen un tiempo de vida más largo, eso no quiere decir que este no se deba limpiar constantemente, por eso cada que cambies tu juego de sábanas, lo ideal es pasarle un trapo limpio y húmedo para retirar el exceso de polvo, pelusa o suciedad.
También puedes utilizar alguna plancha de vapor para pasarla cuidadosamente entre los pliegues y espolvorear bicarbonato de sodio, dejar reposar unos 10 minutos y retirar con ayuda de una aspiradora para así eliminar gérmenes, hongos, bacterias, virus e insectos.
Procede a protegerlo con un cubrecolchón, y si lo deseas, para que huela rico rocía un poco de aromatizante, o bien, haz uno casero mezclando un poco de tu suavizante de ropa favorito con ¾ de agua tibia y una pizca de bicarbonato.
¿Qué hay del juego de cama?
Las sábanas, fundas de almohadas y cobijas se deben de cambiar cada tercer día, con mayor razón si tienes mascotas y ellas acostumbran a estar contigo en tu habitación y subirse a la cama.
Además, debes estar consiente que las células muertas de la piel quedan entre tus sábanas, así como el sudor que despide el cuerpo cuando hace calor, por eso la importancia de cambiarlas constantemente. Así evitarás la formación de bacterias o agentes patógenos.
Un gran tip es que puedes optar por comprar diferentes juegos de sábanas, para que sin importar lo cambiante que pueda ser el clima, tengas unas para cada estación del año. A su vez, recuerda que será momento de desecharlas cuando la tela ya no sea suave al tacto y se vea percudida o de colores diferentes a cuando la compraste.
¡Las batas y toallas también importan!
Las toallas y batas son aún más importantes, ya que con ellas secas tu rostro y cuerpo cuando te bañas o lavas la cara, así que para evitar gérmenes y eliminar el olor a humedad se deberán lavar cada tres días.
No olvides que así como terminas de utilizarlas, debes colgarlas en un gancho y dejar que les dé el aire, para que se sequen completamente y evitar la formación de malos olores.
