Toma nota y salvaguarda la vida de tu jardín con estos sencillos consejos
En estos días el clima cambia en un abrir y cerrar de ojos, por ello, muchas veces nos vemos sorprendidos por chubascos a raudales que pueden perjudicar gravemente a nuestro patio, con plantas y flores incluidas, claro. Hoy queremos compartir contigo algunos consejos para cuidar el jardín de la lluvia, así podrás adelantarte y actuar con suficiente tiempo. ¡Prevenir es ganar!
Exceso de humedad
Debes saber que el enemigo número uno de este temporada para tus huertos y especies es el exceso de humedad. Por ello, con todas tus herramientas de jardinería a la mano, comienza por salvaguardar las flores más frágiles a las inclemencias climáticas. Recuerda que tallos, pétalos y raíces pueden verse seriamente comprometidos.
En el caso de tus flores, te recomendamos dejarlas en un espacio a la sombra o bien, cubrirlas con plástico firmemente, pero dejando hueco a la correcta ventilación. Para otras plantas, puedes optar por tomar la pala y cavar una zanja más o menos profunda alrededor de ellas. Así mantienes distancia entre los encharcamientos y su raíz.
¡Piedras en las macetas!
¿Sabías que un truco usado por muchas personas para preservar a sus plantitas de las tempestades es usar un puñado de piedras al fondo de sus macetas? Gracias a su porosidad y capacidad filtrante logran absorber el exceso de humedad, así que considera tener suficientes y del tamaño adecuado según el espacio donde tus pequeñas vivan.
Si además, las combinas con materiales como arena o gravilla, los resultados serán aún más positivos. Toma en cuenta que ya hablando de granizo o con gotas de agua muy pesadas, la mejor opción sea que recogerlas al interior de tu casa mientras pasa la tormenta. Así que sí, ten el impermeable y botas de lluvia a la mano.
Si del cielo llueve, ¡abona!
Finalmente, toma en cuenta que como todo en la vida, las tormentas son cuestión de perspectivas. Si bien pueden suponer un problema, también te pueden ayudar a ya no regar y con la tierra bien reblandecida, poder abonar con mucha mayor facilidad. No te decimos que lo hagas en medio de la lluvia, pero sí al amanecer cuando todavía el suelo está suficientemente húmedo.
Con estas condiciones los químicos y fertilizantes que emplees se absorberán mucho más rápido y fácil. Si tienes césped natural, verás que tendrás la oportunidad perfecta para irlo poniendo