Saca lo mejor de cada piso con la limpieza adecuada
El aseo del hogar es una tarea de todos los días y limpiar el piso no es la excepción. Si en tu casa se encuentran diferentes tipos de piso y deseas limpiarlos todos adecuadamente, ¡puedes lograrlo! Encuentra los productos, herramientas y técnicas para dejarlos impecables pero sin dañarlos, garantizando así, muchos años de vida útil.
Pisos cerámicos, ¡mantenlos brillantes!
Este tipo de material es uno de los más comunes en las casas debido a su versatilidad de colores, tamaños y modelos, además de ser uno de los que más facilmente se limpian. Para mantenerlos en buen estado, aséalos cada 2 o 3 días. Hazlo con un trapeador y limpiador de pisos líquido. O si prefieres, aspíralo diariamente, te ayudará a tener todo en orden y la limpieza será más ágil.
Si tiene manchas de pintura, cochambre o chicle pegado, utiliza una espátula y con cuidado intenta retirar la mayor cantidad posible. Después, con ayuda de un cepillo, talla esa superficie hasta retirarlo por completo.
Para mantenerlo cuidado por mucho tiempo, evita dejar caer cosas pesadas ya que podría estrellarlo y tendrías que reponer esa pieza.
Cómo limpiar el piso vinílico o laminado
Su uso se ha popularizado en los últimos años debido a la practicidad de su instalación. Si deseas conservarlo impecable, limpia inmediatamente los líquidos derramados. Para su limpieza, utiliza una aspiradora o un paño húmedo y seca en seguida con un paño de microfibra. No utilices herramientas con vapor, detergentes agresivos o mezclas caseras con ácidos, ya que podrías afectar la coloración de tu piso.
Tampoco arrastres muebles u objetos pesados y, si es posible, ponle fundas a las patas de sillas, mesas, sofás, etcétera, con el fin de evitar que maltraten de más la superficie. Si ves que la esquina de alguna pieza empieza a despegarse, solicita la ayuda de un profesional para que lo repare.
Cuidados del piso de madera
Este material es un clásico de la decoración ya que es atemporal y elegante. Por ello, su cuidado es primordial. Límpialo con un paño seco y evita a toda costa líquidos sobre él. Si caen, límpialos inmediatamente.
Aspira diariamente y si hay manchas localizadas, con ayuda de un paño ligeramente húmedo, retíralas y vuelve a secar. A continuación, utiliza una cera para el piso, con el fin de abrillantar la superficie.
Como cuidados adicionales, protégelo del sol directo, la humedad excesiva y los arañazos producidos por arrastrar muebles. Además, no olvides solicitar la ayuda de un profesional para pulirlo cada 6 meses.
