¡Disfruta cada día manteniendo en estado óptimo tu cuerpo!
Para gozar de un cuerpo sano no es suficiente con no estar enfermo, ya que la salud va más allá, por lo tanto, encontrar un equilibrio emocional, físico y mental es muy importante para poder disfrutar cada día. Para lograrlo, no es necesario que vayas a largos viajes tratando de encontrarte a ti mismo, con unos pocos hábitos saludables podrás comenzar a sentir este cambio positivo en tu vida.
La alimentación lo es todo
Es de todos sabido que el comer bien es uno de los pilares básicos para una vida saludable; sin embargo, muchas veces es uno de los pasos más difíciles. Si quieres comenzar a comer mejor, hazlo gradualmente, no dejes de golpe todos los antojitos que te gustan, al contrario, de vez en cuando está más que permitido comerlos.
Mientras estás en el proceso, incluye más frutas y verduras a tu dieta, incluso puedes reemplazar alimentos cotidianos por su versión orgánica, por ejemplo, si sueles comer muchas tortillas, puedes optar por las de nopal o linaza. Si la botana de la tarde es algo que no puedes perdonar, los frutos secos, chícharos deshidratados o botanas con bajo contenido calórico como las palomitas son una excelente opción. Poco a poco te darás cuenta que para tu cuerpo el comer sano se ha convertido en una costumbre y te sentirás mucho mejor.
Complementa con ejercicio
Otro hábito clásico para encontrar tu equilibrio. Si eres de las personas que no se inclinan por ir al gimnasio por tener que desplazarte a otro lugar, debes saber que hay muchas opciones para hacerlo en casa, desde implementar tu propio gimnasio en casa, hasta comprar solamente los artículos que necesitarás.
Una visita al médico antes de iniciar te ayudará a saber qué tipo de ejercicio es ideal para ti. Por ejemplo, si una de tus debilidades son las rodillas, entonces evita los ejercicios de alto impacto con saltos y demás. Infórmate y descubre la actividad ideal para ti, desde correr o levantar pesas, hasta algo de menor impacto como el yoga o pilates. En el caso de estos últimos, además de ejercitar tu cuerpo, también podrás comenzar un proceso de meditación que relajará tu mente.
Practica tus hobbies
Encontrar una actividad que te llene en tus ratos libres es muy recomendable, pues aunque no sea necesariamente actividad física, el hecho de hacer lo que te gusta puede llevarte a un estado de relajación muy placentero.
Si no tienes un pasatiempo en mente piensa en qué te gusta hacer para divertirte. ¡Todo cuenta! Desde ver series y películas en casa, leer, cocinar, jugar juegos de mesa, confeccionar ropa, pintar o dibujar, armar una computadora o jugar videojuegos…las opciones son infinitas.
Duerme bien
El cuerpo necesita un descanso reparador a diario, de lo contrario, el cuerpo comienza a aletargarse y tu cerebro pierde concentración, lo cual, a la larga afectará el equilibrio en tu cuerpo y mente. Para ello, es importante que duermas en un colchón adecuado para tus necesidades, con una almohada que le brinde confort a tu cabeza y blancos de algodón.
Trata de dormir siempre a la misma hora, dejando de lado los dispositivos electrónicos, ya que si los usas al momento de acostarte, estos dispararán tu estado de alerta debido al brillo de la pantalla. Si es necesario, toma un té antes de dormir, este puede tener un efecto relajante en ti, ayudándote a conciliar más fácilmente el sueño.
Pasa tiempo de calidad con los tuyos
Mantenerte conectado con las personas que quieres y estimas, siempre traerá equilibrio a tu vida, ¡así que no lo dejes pasar! Si hay una reunión, fiesta o simplemente un rato para platicar con tus personas queridas, aprovéchalo, pónganse al día, hablen de sus sueños y metas y ayúdense mutuamente. Ayudar a otros también te hará sentir bien a ti.
Si quieres tomar la iniciativa, puedes organizar una pequeña reunión en casa, donde no falte la comida rica, botanas, bebidas y quizás hasta un pastel. Todos tus invitados agradecerán la oportunidad de pasar tiempo de calidad juntos.