La clave para proteger tu piel del sol, ¡sin importar si está despejado o nublado!
En verano, los días largos, las vacaciones y el calor hacen que estemos más expuestos al sol, por lo que los bloqueadores solares se vuelven imprescindibles. Pero hay un detalle que muchas veces se pasa por alto: la reaplicación. Para que la protección sea efectiva, es importante aplicarlos cada 2 o 3 horas, especialmente si sudas, nadas o simplemente pasas mucho tiempo al aire libre. ¡En esta nota te contamos cuáles son, cómo usarlos correctamente y dónde encontrarlos!
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Ideal para llevar en la bolsa o el bolsillo, la barra solar es excelente para reaplicar en zonas localizadas como rostro, nariz, orejas y hombros. Su textura suele ser más densa, por lo que es buena para pieles secas. No chorrea, no deja residuos grasos y es fácil de usar incluso sobre maquillaje. Eso sí, se recomienda no compartirla para evitar contaminación.

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Polvo con FPS: perfecto para reaplicar sobre maquillaje
Una opción cada vez más popular. Los polvos minerales con FPS son ideales para piel grasa o mixta porque ayudan a controlar el brillo. Además, permiten reaplicar sin remover el maquillaje, lo que los hace prácticos para el día a día. Su desventaja es que pueden dejar un ligero tono blanco si no se difuminan bien.

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Spray o aerosol: cobertura rápida y sin contacto
Este formato de blqueador en spray es ideal para cuerpo, especialmente si estás en la playa o haciendo ejercicio. Permite una aplicación uniforme y sin contacto directo. Es fresco, rápido y fácil de usar. Sólo asegúrate de aplicarlo a 10 o 15 cm de la piel y en zonas bien ventiladas para evitar inhalación. Perfecto para reaplicar en niños.
