Sal del Himalaya, aromatizada, de mar…conoce los diferentes tipos de sal y elige la adecuada
Una comida sin la cantidad correcta de sal pierde mucho sabor, pero además de eso, debes pensar en qué tipo de sal añadirás a tus platillos para darles el toque que tú quieres. Para hacer más sencilla esta decisión, te decimos cuáles son los diferentes tipos de sal para cocinar.
La sal es un condimento imprescindible en la cocina, en platillos salados, ¡pero también en los dulces! Una pizca de sal siempre es necesaria y no sólo estamos hablando de la sal de mar o sal refinada, sino que hay una gran variedad de sales como la sal rosada del Himalaya, la sal negra, la sal kosher…¡hay diferentes tipos de sal para cocinar!
La sal se divide en tres tipos, dependiendo su extracción: sales marinas, sales de manantial y sales minerales. Su sabor en sí es igual en todos los casos, pero se diferencian por la intensidad del salado, el color y la textura.
Sal común o sal de mesa
Es la más común y la podemos encontrar en cualquier supermercado. Se caracteriza por su bajo costo y su origen es marino. De aquí suele haber dos variantes: la sal refinada que se acostumbra poner en los saleros y la sal de grano que es más fácil para su uso en caldos o sopas, también se le llama sal de mar o sal marina.
Flor de sal
Es una de las sales más costosas y por lo general se utiliza para salar platillos de la alta cocina. Proviene de Francia y se da bajo características climáticas específicas, donde el frío propicia la cristalización de la sal.
Sal kosher
Es muy solicitada porque gracias a su textura, es una sal que se funde muy bien al entrar en contacto con el calor, además de que sazona los alimentos de una manera muy uniforme. Un tip al cocinar es que, si vas a usar sal kosher en lugar de sal de mesa, usa la mitad de la cantidad que habitualmente usas, ya que la kosher sala más que la regular.
Sal rosada del Himalaya
La sal rosada del Himalaya se caracteriza por su color, el cual obtiene gracias a la concentración de hierro de las minas de sal de Khewra, en Pakistán y, aunque toda provenga de la misma mina, hay sales más rosadas que otras, aunque el color se obtiene de forma natural. Su sabor es muy equilibrado y al mismo tiempo sutil, y la puedes encontrar en sal de grano fino, grueso o en bloque.
Sal negra
Al igual que la sal rosada, el color de la sal negra proviene de la mina donde se produce, la isla de Molokai, en Hawaii, sin embargo, el color es producto de la mezcla de la sal con el carbón vegetal activo. Su uso va bien con carne y pescados a las brasas. También se le conoce como sal de lava.
Sal negra del Himalaya
No es tan negra como la anterior, pues su color es entre grisáceo y violeta. Su color se debe a un proceso de cocinado llamado kiln, típico de la India, para destacar el azufre que viene con este tipo de sal. Es muy típica en la India ¡e incluso puede recrear el sabor del huevo frito!
Sal ahumada
En este caso, la sal pasa por un proceso de cocinado (ahumado) para obtener una gran variedad de sabores, ya que dependiendo con qué se ahume, podrá tener notas amaderadas, de hierbas o de especias, por lo que dependerá de qué cocinarás para elegir qué tipo de sal ahumada usar.
Sal aromatizada
Son muy comunes y las podemos encontrar en el súper, ya que son las sales compuestas como la sal de ajo, sal con hierbas, sal con cebolla, sal con azafrán, sal con pimienta, sal con chiltepín, etcétera. Por lo general vienen dentro de un molinillo para que tanto la sal, como las especias, se muelan en conjunto y le den un sabor especial a tus alimentos, aunque también los puedes encontrar en sus versiones ya molidas.
Ahora sólo tienes que elegir la sal con la que condimentarás tus alimentos, solo recuerda regular tu consumo de sal y no excederte, ya que según la Organización Mundial de la Salud, nuestro cuerpo requiere de máximo 5 g de sal al día.